La Formación Profesional, desaprovechada históricamente en España, mimada en Alemania, se está revelando como una de las mejores vías existentes para encontrar empleo y como la mejor manera de adaptar las aspiraciones laborales del alumno con las necesidades reales de las empresas.
La formación profesional son los estudios y aprendizajes orientados a la inserción, reinserción y actualización laboral. Su objetivo principal es aumentar y adecuar el conocimiento, aptitudes y habilidades de los actuales y futuros trabajadores a lo largo de toda la vida. Actualmente en la mayoría de países hispanohablantes se la conoce como Educación y Formación Profesional, traducción al castellano de Vocational Education and Training (VET).
En muchos países europeos la Formación Profesional es un sistema alternativo a la Educación Superior. La Formación profesional se divide en:
- Formación Profesional Específica o Inicial: especialmente destinada al colectivo de alumnos del sistema escolar que decide orientarse hacia el mundo laboral, cuyo objetivo es la inserción laboral.
- Formación Profesional Ocupacional (FPO): pensada para el colectivo en situación de desempleo, cuyo objetivo es la reinserción laboral de la persona.
- Formación Profesional Continua (FTE): para trabajadores en activo. Tiene como objetivo la adquisición de mayores competencias que les permitan una actualización y adaptación permanente a los puestos de trabajo, maximizando su empleabilidad.
El caso alemán
Una de tantas asignaturas pendientes que hay en España para afianzas la recuperación económica es la FP. Hace años que se comenta que es necesario apostar en serio por ella siguiendo el modelo alemán.
En Alemania son las mismas empresas las que están forzando ese cambio, con la formación profesional dual, con prácticas en la misma empresa y contrato de aprendizaje. Eso sí, piden un buen conocimiento del alemán. Este tipo de formación incrementa mucho las posibilidades de encontrar trabajo cuando los alumnos acaben los estudios, ya que las empresas reclutan a los alumnos desde el principio. Además, se asegura el trabajo en lo que los alumnos han estudiado, cosa que desgraciadamente no ocurre en muchos estudios universitarios. Para las empresas, asegura que cubran sus necesidades reales. Pese a que todo tiene sus virtudes y sus defectos, parece que el sistema en general está funcionando bastante bien.